jueves, 4 de junio de 2015

El ocio en las personas con discapacidad













UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL UNIDAD 144

Licenciatura en Intervención Educativa 


Creación de Ambientes de Aprendizaje 


El Ocio en las Personas con Discapacidad 

Resumen 


Yurian Isaias Ramos Enriquez 

Dania Elizabeth Perez Guadalupe 


CD Guzmán Municipio de Zapotlan el Grande Jal.

Junio-2015 






Introducción 

Las personas que padecen  algún tipo de discapacidad presentan la necesidad de ser atendidos adecuadamente ya que debido a su situación disponen de un tiempo extenso el cual debe ser cubierto por actividades las cuales deben ser de su interés y así mismo puedan  obtener un beneficio, 

El resumen muestra las trabas que ha tenido el implemento y cumplimiento de objetivos en la aplicación  de actividades para ocupar el tiempo libre de las personas que presentan una discapacidad y así favorecer en su desarrollo personal. 


Desarrollo 

El ocio en las personas con discapacidad intelectual: participación y
Calidad de vida a través de las actividades de ocio

El ocio ha sido identificado como un componente fundamental en la calidad de vida. Las actividades de ocio se han mostrado como contribuidores en la percepción subjetiva de satisfacción y bienestar y, por lo tanto, mejoran la calidad de vida de la persona. No obstante, la participación en actividades de ocio normalizadas y en el marco de la comunidad en las personas con Discapacidad Intelectual. Tal como señalan Crespo, Campo y Verdugo (2003) la CIF es una “clasificación basada en el funcionamiento de la persona en la que se adopta un modelo universal, integrador e interactivo en el que se incorporan los componentes sociales y ambientales de la discapacidad y de la salud”
La participación, comprendida como la implicación en las situaciones de la vida, incluyendo el ocio y las actividades recreativas, está asociada a la mejora del bienestar emocional, de las relaciones sociales y al desarrollo de competencias de las personas con DI. Diversos estudios han demostrado que los niños con discapacidad toman menos parte en actividades sociales y recreativas, y éstas se reducen todavía más en la adolescencia.
Algunos factores que se han encontrado asociados a esta escasa participación han sido, por ejemplo, las dificultades de accesibilidad y los entornos poco acogedores pero también los factores familiares, tales como el funcionamiento familiar, las personas con DI no han alcanzado un nivel óptimo de calidad de vida. Una de las causas identificadas es la escasez o inadecuados servicios de apoyo para el ocio en las personas con DI.

¿Qué entendemos por ocio?
La AAIDD contempla el ocio como una de las áreas de adaptación y lo define “como el tiempo disponible, libremente elegido, y aquellas actividades elegidas individualmente, no relacionadas por sus características con el trabajo o con otras formas de actividad obligatoria, de los cuales se espera que promuevan sentimientos de placer, amistad, felicidad, espontaneidad, fantasía o imaginación, gozo, creatividad, expresividad y desarrollo personal”.

¿Qué conocemos acerca del ocio en las personas con discapacidad?

La investigación sobre la participación de las personas con DI en el ocio es un hecho bastante reciente. Los resultados de los trabajos disponibles permiten establecer un perfil sobre cómo utilizan el tiempo libre, cuál es la naturaleza del ocio practicado y en qué tipo de actividades participan.

Autodeterminación limitada
Una característica común en todas las definiciones del ocio es el concepto de libertad. La libertad en el ocio significa elegir lo que uno desea hacer, poseer el control sobre la elección de las actividades preferidas durante el tiempo libre. Esto significa tener autodeterminación, que Wehmeyer (2001) define como “la actuación como agente causal principal en la vida de uno mismo y la realización de elecciones y toma de decisiones relativas a la calidad de vida de uno mismo libres de toda influencia o interferencia externa excesiva” (p. 121).

Escasas relaciones de amistad
Las familias cuidadoras de un hijo con DI manifiestan la escasez de relaciones sociales de sus hijos La falta de amigos suele ser uno de los principales obstáculos para que las personas con DI puedan gozar de un ocio normalizado. Cabe resaltar que los entornos menos restrictivos son los que favorecen la participación y el fomento de amistades.

Actividades en grupos
Es evidente pues que, la participación en las actividades de ocio de las personas con DI en grupos amplios dificulta la posibilidad de reunirse y mezclarse con personas sin discapacidad, no favoreciendo en ningún caso el ocio comunitario. Salzberg y Langford (1981) afirman que muchos adultos con DI des institucionalizados pasan la mayoría de su tiempo de ocio en sus residencias, realizando actividades pasivas como ver la televisión, y carecen de amigos y contactos con personas sin discapacidades de su comunidad. Por lo tanto, se considera que los grupos grandes no facilitan la participación en actividades de ocio normalizadas.
En nuestro contexto gran parte de los programas de ocio se desarrollan en lugares segregados, con grupos de personas con discapacidad como, por ejemplo, los clubes que normalmente están vinculados a centros específicos o al movimiento asociativo. Estos espacios de ocio igualmente no ofrecen oportunidades para los contactos y las relaciones sociales con personas sin discapacidad.

Limitaciones en las habilidades conceptuales sociales y prácticas

Las personas con DI frecuentemente carecen de algunas habilidades optativas  prácticas (manejo del dinero, utilización del transporte, conocimiento del entorno cercano, etc.) porque no han tenido la Otra de las limitaciones que nos encontramos a menudo en las personas con DI es el comportamiento social adecuado.

¿Qué actividades de ocio desarrollan?
Entre las actividades realizadas en los momentos de ocio se destacan ver la televisión y escuchar la radio, pero aproximadamente el 40% no hace nada. Por lo tanto, la ausencia de actividades recreativas es un dato significativo. Sólo el 12% de los encuestados menores de 65 años realiza en su tiempo libre actividades manuales y artísticas, y quienes participan en actividades deportivas, formativas y excursiones no superan el 5%.

¿Qué tipo de barreras impiden el acceso a las oportunidades en el ocio?

Las limitaciones en la autonomía personal, los déficit en las habilidades sociales, así como las limitaciones conceptuales asociadas a determinados juegos y hubieses que requieren, por ejemplo, cálculo aritmético, manejo del dinero o reconocimiento de la hora, determinan la participación en el ocio Además, muchas personas con DI son dependientes de sus padres o de otros miembros de la familia para organizar y participar en actividades de ocio. Esta dependencia impide y limita el desarrollo de la adquisición de habilidades requeridas para la participación en el ocio. Los padres y familiares manifiestan miedos y preocupaciones por la seguridad de sus hijos,
En la mayoría de los centros realizan actividades puntuales, pero no disponen de programas estables orientados a la participación de la persona con DI en las actividades de ocio que ofrece la comunidad
La gravedad de la discapacidad ha sido asimismo reconocida como un factor que impide el acceso al ocio; los problemas motores, los déficit sensoriales y los problemas de comunicación  están relacionados con la cantidad, variedad y calidad del ocio en las personas con  DI (Zijlstra y Vlaskamp, 2005).
Las diferencias en estilos de vida de ocio de las personas DI tienden a disminuir a través de las actividades de ocio integradas ( Knapczyk y Yoppi, 19975). La instrucción, sistemática y programada basada en la comunidad, proporcionan el apoyo necesario a las personas con DI para alcanzar un estándar de vida equivalente al de sus semejantes. Los beneficios de la integración a través de las actividades recreativas en la comunidad no se limitan exclusivamente a las personas con discapacidad. Se ha demostrado, que si las personas sin discapacidad mantienen interacciones sistemáticas con personas con discapacidad, aumentan las actitudes positivas hacia tales personas (Peck, Donaldson y Pezzoli 1990).
Las adaptaciones para intensificar la participación o hacer posible la participación, incluyen el proporcionar personal de apoyo, la adaptación de las actividades mediante la modificación de los materiales, el cambio en la secuencia de las habilidades, la alteración de roles, el uso de dispositivos adaptados y sistemas alternativos de comunicación, y las modificaciones de los entornos físicos y sociales para promover las relaciones.

 La participación activa
  Las personas con DI son a menudo excluidas de una amplia gama de actividades recreativas, ya que se considera que son incapaces de responder completamente las habilidades de forma independiente. Sin embrago, a la persona que por su grado de afectación se la considera incapaz para tomar parte en una actividad de forma independiente, no se le puede negar la oportunidad de una participación especial parcial. (Brown, Branston- McClean, Baumgart, Vicent).

Conductas apropiadas para la edad
En este mismo sentido, Brown ( 1989) establece, como criterio en la elaboración de programas de ocio, la oportunidad que deben tener las personas con DI para acceder y participar en los ámbitos y actividades de ocio utilizados por las personas sin discapacidad de su misma edad cronológica.
Así los profesionales que participan en los programas de ocio deben estimular a las personas con DI para adquirir habilidades de ocio apropiadas a su edad y comparables a las que realizan sus semejantes.

La educación integrada del ocio
La educación para el ocio representa un medio para desarrollar conocimientos sobre las distintas actividades recreativas y los recursos disponibles, y sobre la adquisición de las habilidades necesarias para la participación activa y la autodeterminación.
Por lo tanto, los profesionales de la educación para el ocio no deben limitar su actividad a la instrucción en las diversas habilidades de ocio, sino que además deben adoptar una estrategia dirigida hacia la apreciación del ocio como un componente del bienestar personal, la promoción de la autodeterminación y el fortalecimiento del proceso de toma de decisiones.

La planificación y organización de los servicios de apoyo al ocio
 La gestión de servicios de ocio debe potenciar iniciativas que favorezcan la participación, en función de los intereses de la persona con discapacidad y, ofreciendo aquellos apoyos adecuados para dar oportunidades de actividades de ocio en el marco de la comunidad.
En conclusión, para identificar las necesidades delas personas con DI y para mejorar y ampliar los servicios de oci, educadores y familias deben trabajar conjuntamente. Una vez identificadas las preferencias, las necesidades, las capacidades y las habilidades necesarias para las actividades libremente elegidas por la persona con DI, los distintos profesionales han de establecer las estrategias.



Conclusión
Después de la elaboración del resumen me queda la refección  de como es que muchas de las veces no se da la atención necesario a las personas con una discapacidad pues ya que para ocupar el espacio libre que tienen la familia solo lo sustituye con tiempo frente al televisor o el consumo de juegos o juguetes los cuales son de mayor interés para el sujeto, seria de gran importancia el que se interesaran por hacer que sus familiares se involucraran en programas o grupos donde se les brindara atención especializada y adecuada según su discapacidad.




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