UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL UNIDAD 144
Licenciatura en Intervención Educativa
Creación de Ambientes de Aprendizaje
Ambiente de Aprendizaje en Niños
Resumen
C.D Guzmán Municipio Zapotlan el Grande, Jal.
junio-2015
Introducción
El siguiente documento muestra algunas de los puntos a tomar en cuenta en la creación y adaptación de ambientes de aprendizaje para niños.
LA DIMENSIÓN FÍSICA
Actúa
como un sostén o andamiaje básico que posibilita que los niños estén integrados
a un contexto escolar. Supone considerar variables tales como la temperatura,
las dimensiones de la sala pero también, la forma en que se organiza el
ambiente interno institucional (salas, otros espacios y oportunidades
vinculadas) y los objetos del espacio (materiales, mobiliario, elementos
decorativos, etc.).
¿Qué necesitamos atender en esta dimensión? Lo
Relacionado con factores climáticos propios de la zona geográfica en que está
emplazada la escuela como con los
materiales utilizados para la edificación, que condicionan la temperatura del
ambiente, generando en los interiores distintos niveles de frío o de calor; por
ejemplo: un techo de chapa. Dentro de este aspecto es necesario atender el modo
en que se disponen las ventanas, puertas, pasillos anexos, la presencia de
aparatos eléctricos (ventilador), electrónicos (split), facilitan la
ventilación, la circulación del aire y la calefacción.
Las
decisiones que toma el maestro en esta dimensión tienen como objetivo generar
un ambiente que conlleve bienestar, alegría y confianza. De ahí que en su
práctica debe cuidar que los espacios resulten amigables, acogedores, brinden
amparo, instalen como prioridad el juego y promuevan variadas situaciones de
aprendizajes múltiples. Un ambiente que resulte alfabetizado y aliente el
desarrollo de su autonomía y responsabilidad.
A veces, sólo es necesario cambiar la mirada
sobre lo que tenemos y descubrirlo como una oportunidad, tal como sucede en los
casos que presentamos a continuación.
Dimensión
funcional
Que
esta dimensión hace referencia al modo en que se utilizan los espacios y los
criterios que se determinan para ello. En este sentido, un espacio puede ser analizado
como monovalente cuando se le asigna una finalidad exclusiva, única o
polivalente cuando existe apertura para el uso diverso y múltiple de diferentes
espacios.
La
polivalencia da cuenta de la forma en que se adapta, recrea, “modela”,
modifica, interviene o adecua un sector. De esta manera, se le otorga
funcionalidad, haciéndolo congruente con el enfoque de juego. Se compromete
deliberadamente un componente ambiental y se despliegan criterios pedagógicos
que responden a la concepción de enseñanza y juego que se sostiene en las
planificaciones.
El
uso polivalente de los espacios es cotidiano en las salas de Nivel Inicial. Por
ejemplo, los espacios para la ronda de intercambio, con alfombras o almohadones
suelen ser utilizados como:
Un
lugar estable de encuentro e intercambio.
Una zona ampliada para el juego de
construcción.
Un
sector de “espera”, al que pueden llevar libros para “leer”, jugar mientras
pasamos a la próxima actividad (juegos como piedra-papel o tijera, el anillito,
o Al Don Pirulero). Un espacio para escuchar cuentos y poesías en donde
podamos “acomodarnos” creando un clima de goce y buena escucha.
Algunas experiencias
El
lapacho
En
el Jardín Intercultural Bilingüe “Cacique Pelayo” (UEP. N 72), el fondo del
enorme patio central de la escuela Primaria y la galería que corresponde al
Jardín, comunican con el comienzo del monte, los lapachos, la laguna. Estos
espacios mantienen un continuo arquitectónico, estético y visual en donde el
enrejado casi imperceptible- extiende la mirada más allá de la escuela. El
entorno es integrado a la enseñanza y, muchas de las propuestas tienen su punto
de partida en esta comunicación entre el interior y el exterior en las que se destacan también la relación
entre la madre-tierra y la comunidad, en este caso, el pueblo qom (tobas)
originario de la zona.
La
arena
En
las escuelas de las Islas del Delta (Tigre, Buenos Aires), los espacios de
juego son también ricos para continuar experimentando con los materiales y los
objetos. Modelar en arena con o sin objetos, dibujar con palitos, armar
recorridos para los autos pueden ser algunas de las posibilidades que dinamizan
el juego en el patio y llevan a este espacio, actividades que parecen propias
del interior de las salas.
El
adentro y el afuera
Fundidos
en esta enorme galería, el entorno y la escuela parecen una continuidad que
invita a pasar, casi sin advertirlo de
uno a otro.
Esta
forma de mirar el ambiente de aprendizaje destaca las posibilidades de utilizar
el espacio de la sala con otros dentro y fuera de la escuela. El ambiente que
se genera y el uso de los materiales ayudan a enriquecer las propuestas de
enseñanza y juego capitalizando la capacidad instalada en la institución.
Dimensión temporal
Esta
dimensión mira el ambiente en articulación con el tiempo en que se utiliza y el
modo en que se dispone a lo largo del día escolar. Es decir refiere al tiempo
que los niños asisten a la institución en relación con los lugares en los que
juegan, descansan, etc.
La
organización de la tarea docente requiere considerar las múltiples y variadas
oportunidades de aprendizaje que se generarán, de manera tal de garantizar el
poner a disposición de los niños, ambientes diversos que permitan tanto
momentos de concentración, como de dispersión, la realización de distintas
tareas y juegos, los intercambios en pequeños grupos y en el grupo total.
Lograr esta alternancia de espacios de manera equilibrada demanda quebrar y a
la vez enriquecer los límites del mono-ambiente propio de la sala transformando
a toda la institución en una sala ampliada.
La
presencia de los niños en todos los espacios de la escuela imprime color y
sabor a la vida cotidiana. Da lugar a la comunicación entre las salas, y al
intercambio de noticias; instala la posibilidad de compartir producciones y
aprendizajes.
Dimensión relacional
Se refiere al modo como el uso del espacio facilita el
establecimiento de las diferentes relaciones en la sala y en relación con los
otros ambientes de la escuela.
Estas relaciones se vinculan con:
Los modos de acceder a los espacios (libremente; en
forma pautada; con autonomía progresiva).
Las normas y la manera en que se resuelven (impuestas,
consensuadas, ambas).
Los distintos agrupamientos de los niños, en función de
la diferentes situaciones (a grupo total, pareja, equipo, de manera individual;
equipos rotativos, permanentes; de organización espontánea, indicada por el
docente).
Los modos de intervención del
docente en los diferentes ambientes y en las actividades que realiza con los
niños (sugiere, participa, observa, juega, pregunta, ayuda, etc.).
En este sentido, nos interesa poner de relieve esta originalidad de la
organización ambiental del Nivel Inicial, que tan distante resulta para otros
niveles de escolaridad que puede habilitar espacios de diálogo entre las salas
de Jardín y de Primaria, especialmente cuando se piensa o diseña la
articulación entre las salas de 5 y el primer grado.
Conclusión
Se puede mencionar que al tratarse de la creación de un ambiente de aprendizaje para niños principalmente se enfoca en la adaptación del espacio para que este se adapte a las necesidades de los niño y puedan estar cómodamente y así prestar mayor atención en la realización de actividades.
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