UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL UNIDAD 144
Licenciatura en Intervención Educativa
Creación de Ambientes de Aprendizaje
El Ocio en las Personas con Discapacidad
Resumen
Yurian Isaias Ramos Enriquez
Dania Elizabeth Perez Guadalupe
CD Guzmán Municipio de Zapotlan el Grande Jal.
Junio-2015
Introducción
Las personas que padecen algún tipo de discapacidad presentan la necesidad de ser atendidos adecuadamente ya que debido a su situación disponen de un tiempo extenso el cual debe ser cubierto por actividades las cuales deben ser de su interés y así mismo puedan obtener un beneficio,
El resumen muestra las trabas que ha tenido el implemento y cumplimiento de objetivos en la aplicación de actividades para ocupar el tiempo libre de las personas que presentan una discapacidad y así favorecer en su desarrollo personal.
Desarrollo
El ocio
en las personas con discapacidad intelectual: participación y
Calidad
de vida a través de las actividades de ocio
El
ocio ha sido identificado como un componente fundamental en la calidad de vida.
Las actividades de ocio se han mostrado como contribuidores en la percepción
subjetiva de satisfacción y bienestar y, por lo tanto, mejoran la calidad de
vida de la persona. No obstante, la participación en actividades de ocio
normalizadas y en el marco de la comunidad en las personas con Discapacidad
Intelectual. Tal como señalan Crespo, Campo y Verdugo (2003) la CIF es una
“clasificación basada en el funcionamiento de la persona en la que se adopta un
modelo universal, integrador e interactivo en el que se incorporan los
componentes sociales y ambientales de la discapacidad y de la salud”
La
participación, comprendida como la implicación en las situaciones de la vida, incluyendo
el ocio y las actividades recreativas, está asociada a la mejora del bienestar emocional,
de las relaciones sociales y al desarrollo de competencias de las personas con
DI. Diversos estudios han demostrado que los niños con discapacidad toman menos
parte en actividades sociales y recreativas, y éstas se reducen todavía más en
la adolescencia.
Algunos
factores que se han encontrado asociados a esta escasa participación han sido,
por ejemplo, las dificultades de accesibilidad y los entornos poco acogedores
pero también los factores familiares, tales como el funcionamiento familiar, las
personas con DI no han alcanzado un nivel óptimo de calidad de vida. Una de las
causas identificadas es la escasez o inadecuados servicios de apoyo para el
ocio en las personas con DI.
¿Qué
entendemos por ocio?
La
AAIDD contempla el ocio como una de las áreas de adaptación y lo define “como
el tiempo disponible, libremente elegido, y aquellas actividades elegidas individualmente,
no relacionadas por sus características con el trabajo o con otras formas de
actividad obligatoria, de los cuales se espera que promuevan sentimientos de
placer, amistad, felicidad, espontaneidad, fantasía o imaginación, gozo,
creatividad, expresividad y desarrollo personal”.
¿Qué conocemos acerca del ocio en las
personas con discapacidad?
La
investigación sobre la participación de las personas con DI en el ocio es un hecho
bastante reciente. Los resultados de los trabajos disponibles permiten
establecer un perfil sobre cómo utilizan el tiempo libre, cuál es la naturaleza
del ocio practicado y en qué tipo de actividades participan.
Autodeterminación limitada
Una característica
común en todas las definiciones del ocio es el concepto de libertad. La
libertad en el ocio significa elegir lo que uno desea hacer, poseer el control
sobre la elección de las actividades preferidas durante el tiempo libre. Esto
significa tener autodeterminación, que Wehmeyer (2001) define como “la actuación
como agente causal principal en la vida de uno mismo y la realización
de elecciones y toma de decisiones relativas a la calidad de vida de
uno mismo libres de toda influencia o interferencia externa
excesiva” (p. 121).
Escasas relaciones de amistad
Las
familias cuidadoras de un hijo con DI manifiestan la escasez de relaciones sociales
de sus hijos La falta de amigos suele ser uno de los principales obstáculos
para que las personas con DI puedan gozar de un ocio normalizado. Cabe resaltar
que los entornos menos restrictivos son los que favorecen la participación y el
fomento de amistades.
Actividades en grupos
Es
evidente pues que, la participación en las actividades de ocio de las personas
con DI en grupos amplios dificulta la posibilidad de reunirse y mezclarse con
personas sin discapacidad, no favoreciendo en ningún caso el ocio comunitario. Salzberg
y Langford (1981) afirman que muchos adultos con DI des institucionalizados pasan
la mayoría de su tiempo de ocio en sus residencias, realizando actividades pasivas
como ver la televisión, y carecen de amigos y contactos con personas sin discapacidades
de su comunidad. Por lo tanto, se considera que los grupos grandes no facilitan
la participación en actividades de ocio normalizadas.
En
nuestro contexto gran parte de los programas de ocio se desarrollan en lugares
segregados, con grupos de personas con discapacidad como, por ejemplo, los
clubes que normalmente están vinculados a centros específicos o al movimiento asociativo.
Estos espacios de ocio igualmente no ofrecen oportunidades para los contactos y
las relaciones sociales con personas sin discapacidad.
Limitaciones en las habilidades conceptuales sociales y prácticas
Las
personas con DI frecuentemente carecen de algunas habilidades optativas prácticas
(manejo del dinero, utilización del transporte, conocimiento del entorno
cercano, etc.) porque no han tenido la Otra de las limitaciones que nos
encontramos a menudo en las personas con DI es el comportamiento social
adecuado.
¿Qué actividades de ocio desarrollan?
Entre
las actividades realizadas en los momentos de ocio se destacan ver la
televisión y escuchar la radio, pero aproximadamente el 40% no hace nada. Por
lo tanto, la ausencia de actividades recreativas es un dato significativo. Sólo
el 12% de los encuestados menores de 65 años realiza en su tiempo libre
actividades manuales y artísticas, y quienes participan en actividades
deportivas, formativas y excursiones no superan el 5%.
¿Qué
tipo de barreras impiden el acceso a las oportunidades en el ocio?
Las limitaciones
en la autonomía personal, los déficit en las habilidades sociales, así como
las limitaciones conceptuales asociadas a determinados juegos y hubieses que requieren,
por ejemplo, cálculo aritmético, manejo del dinero o reconocimiento de la hora,
determinan la participación en el ocio Además, muchas personas con DI son dependientes
de sus padres o de otros miembros de la familia para organizar y participar en
actividades de ocio. Esta dependencia impide y limita el desarrollo de la
adquisición de habilidades requeridas para la participación en el ocio. Los padres
y familiares manifiestan miedos y preocupaciones por la seguridad de sus hijos,
En
la mayoría de los centros realizan actividades puntuales, pero no disponen de
programas estables orientados a la participación de la persona con DI en las
actividades de ocio que ofrece la comunidad
La
gravedad de la discapacidad ha sido asimismo reconocida como un factor que
impide el acceso al ocio; los problemas motores, los déficit sensoriales y los
problemas de comunicación están
relacionados con la cantidad, variedad y calidad del ocio en las
personas con DI (Zijlstra y Vlaskamp,
2005).
Las
diferencias en estilos de vida de ocio de las personas DI tienden a disminuir a
través de las actividades de ocio integradas ( Knapczyk y Yoppi, 19975). La
instrucción, sistemática y programada basada en la comunidad, proporcionan el
apoyo necesario a las personas con DI para alcanzar un estándar de vida
equivalente al de sus semejantes. Los beneficios de la integración a través de
las actividades recreativas en la comunidad no se limitan exclusivamente a las
personas con discapacidad. Se ha demostrado, que si las personas sin
discapacidad mantienen interacciones sistemáticas con personas con
discapacidad, aumentan las actitudes positivas hacia tales personas (Peck,
Donaldson y Pezzoli 1990).
Las
adaptaciones para intensificar la participación o hacer posible la participación,
incluyen el proporcionar personal de apoyo, la adaptación de las actividades
mediante la modificación de los materiales, el cambio en la secuencia de las
habilidades, la alteración de roles, el uso de dispositivos adaptados y
sistemas alternativos de comunicación, y las modificaciones de los entornos
físicos y sociales para promover las relaciones.
La
participación activa
Las
personas con DI son a menudo excluidas de una amplia gama de actividades
recreativas, ya que se considera que son incapaces de responder completamente las
habilidades de forma independiente. Sin embrago, a la persona que por su grado
de afectación se la considera incapaz para tomar parte en una actividad de
forma independiente, no se le puede negar la oportunidad de una participación
especial parcial. (Brown, Branston- McClean, Baumgart, Vicent).
Conductas apropiadas para la edad
En
este mismo sentido, Brown ( 1989) establece, como criterio en la elaboración de
programas de ocio, la oportunidad que deben tener las personas con DI para
acceder y participar en los ámbitos y actividades de ocio utilizados por las
personas sin discapacidad de su misma edad cronológica.
Así
los profesionales que participan en los programas de ocio deben estimular a las
personas con DI para adquirir habilidades de ocio apropiadas a su edad y
comparables a las que realizan sus semejantes.
La educación integrada del ocio
La educación
para el ocio representa un medio para desarrollar conocimientos sobre las
distintas actividades recreativas y los recursos disponibles, y sobre la
adquisición de las habilidades necesarias para la participación activa y la
autodeterminación.
Por lo
tanto, los profesionales de la educación para el ocio no deben limitar su
actividad a la instrucción en las diversas habilidades de ocio, sino que además
deben adoptar una estrategia dirigida hacia la apreciación del ocio como un
componente del bienestar personal, la promoción de la autodeterminación y el
fortalecimiento del proceso de toma de decisiones.
La planificación y organización de los
servicios de apoyo al ocio
La gestión de servicios de ocio debe potenciar
iniciativas que favorezcan la participación, en función de los intereses de la
persona con discapacidad y, ofreciendo aquellos apoyos adecuados para dar
oportunidades de actividades de ocio en el marco de la comunidad.
En
conclusión, para identificar las necesidades delas personas con DI y para
mejorar y ampliar los servicios de oci, educadores y familias deben trabajar conjuntamente.
Una vez identificadas las preferencias, las necesidades, las capacidades y las
habilidades necesarias para las actividades libremente elegidas por la persona
con DI, los distintos profesionales han de establecer las estrategias.
Conclusión
Después de la elaboración del resumen me queda la refección de como es que muchas de las veces no se da la atención necesario a las personas con una discapacidad pues ya que para ocupar el espacio libre que tienen la familia solo lo sustituye con tiempo frente al televisor o el consumo de juegos o juguetes los cuales son de mayor interés para el sujeto, seria de gran importancia el que se interesaran por hacer que sus familiares se involucraran en programas o grupos donde se les brindara atención especializada y adecuada según su discapacidad.